Se conoce mucho en la Historia del Pueblo Mapuche la participación activa de los hombre de esta etnia, pero no se menciona el papel relevante que tuvieron diversas mujeres en la lucha contra los españoles.
Aquí se mencionan algunas mujeres destacadas de la historia Mapuche:
FRESIA:
Fresia es la
araucana más conocida de las que alcanzaron renombre. Fue la esposa del ilustre
caudillo mapuche Caupolicán, a quien acompañaba, como la mayoría de las mujeres
de su raza, a todas las batallas.
Su nombre
mapuche era Gueden o Guden, cuya etimología viene de hue: (cosa nueva), y der: (linaje
o apellido de familia).
Se
caracterizó por tener un carácter fuerte y un gran espíritu guerrero. En el
dramático episodio del asalto de cañete, exhortó a su esposo a luchar, y al
verlo rendirse ante los españoles, cuando fue apresado, explotó de ira. Su
rabia fue tan grande que no solo lo increpó, sino que además le arrojó el hijo
de ambos. La criatura quedó despedazada al golpearse contra una piedra. Ella
“no quería conservar ningún recuerdo de hombre tan cobarde”. Luego de este
triste incidente se dedicó por completo a luchar por la libertad de su pueblo.
TEGUALDA:
Es conocida
por el poema de Alonso de Ercilla “La Araucana”, donde el autor relata como la
encontró, buscando el cuerpo de su amado muerto en un campo de batalla.
Tegualda es
sorprendida por Ercilla, y atemorizada le ruega humildemente que la deje buscar
a su esposo para darle sepultura. Aunque el poeta al principio pensó que se
trataba de una espía, escucho conmovido la desdicha de la joven viuda.
Hija del
cacique Brancol, que quería pronto verla desposada, ella había rechazado a
todos sus pretendientes. Pero durante una competencia a orillas del río
Gualebo, afluente del Itata, cuando estaba totalmente distraída de la fiesta,
escuchó un gran alboroto por la llegada del Crepino.
Éste era un
joven que desafiaba al vencedor de la competencia, y los jueces pidieron el
consentimiento de Tegualda para que el visitante se enfrentara con el ganador
del torneo. Ella accedió y vio como el extranjero salió victorioso. Se enamoró
de este mozo que tenía valor, linaje, era honesto y afable. El padre muy
contento, la entregó en casamiento, el que se había realizado sólo un mes
antes.
Ercilla, le
rogó que esperara, y al amanecer reiniciara la búsqueda. Al encontrar a
Crepino, Tegualda lloró desconsoladamente e intentó quitarse la vida.
Persuadida por Don Alonso de Ercilla, desistió de la idea y más tranquila, pudo
llevar el cadáver de su esposo a su tierra.
JANAQUEO:
Fue una de
las heroínas araucanas más famosas, viuda de Güepotaen. Las virtudes de su raza
están presentadas en la historia de su vida.
Janequeo era
de origen pehuenche y esposa del caudillo puelche Güepotaen, muerto en 1588,
cuando Don Luis de Sotomayor estaba al frente de las fuerzas españolas, en la
frontera araucana, y el capitán Don Manuel de Castañeda era jefe de Villarrica
Janequeo,
declarando la guerra a los españoles, pidió a su hermano Quechuntureo que
dispusiera unas tropas a su mando para ser ella misma la que vengara la muerte
de su amado. Junto a su hermano, causo muchos problemas a los españoles, ya que
sus tácticas de ataque eran mejores. Organizo un ejército de serranos en Puren,
Nahuelbuta, Arauco y Tucapel y ataco las fortalezas de Puchunqui, derrotando y
venciendo a los españoles y matando a sus jefes.
Las montañas
de Villarrica fueron escenario de sus hazañas, en las que lucho incluso con los
mas bravos toquis araucanos. Se cree que murió victima de una terrible epidemia
de sarampión, que causo estragos en la Imperial y sus comarcas vecinas.
GUACOLDA:
La bella Gualcolda
era mujer de Lautaro. Es representante por Fray Diego de Ocaña, en una de sus
ilustraciones, con el traje propio de la india de los llanos; destaca por su
perfil característico de la mujer araucana y tiene en las manos, el huso, el
coliu aborigen en que se devana la fina hebra.
Pero el
documento grafico que mas la describe es “La Bella Guacolda”. Los historiadores
piensan que es una creación de Alonso de Ercilla, que escribió el romancero
popular de España inspirado en Guacolda.
Por su lado
Diego de Rosales dice que en realidad Lautaro lleva a la batalla, por lo menos
dos mujeres consigo. Quizás una era Guacolda. Sin duda fue una de las heroínas
más bellas y gloriosa de Arauco.
Era una mujer
de rara hermosura. Se había criado en casa de Pedro de Villagrán y, enamorada
del valor de Lautaro, se unió a el cuando tomo la ciudad de Concepción. Estuvo
en todas las campañas de su amado y fue siempre valiente. Alonso de Ercilla
cuenta en La Araucana y Mariño de Lovera en su Historia de Chile, que Guacolda
predijo la muerte de Lautaro la víspera de la batalla de Chilipirco, donde
Lautaro quedo inmortalizado como un Héroe. Guacolda se destaco en la batalla de
los márgenes del Mataquito y en la batalla del ataque a Santiago.
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